El pasado día 22 de diciembre tuve la oportunidad de acudir
a la Gala de Campeones que celebra todos los años la RFME para premiar a los
campeones españoles en cada categoría. Un acto lleno de emoción para aquellos a
los que nos gustan las dos ruedas.
Fui con la mejor de las sonrisas, la chica de prensa de la
federación se portó genial conmigo y no podía desperdiciar una oportunidad como
esa. Así que con mi grabadora en mano, mis entrevistas preparadas y mi
bolígrafo me acerqué a varios de los pilotos mundialistas que estaban por allí.
El primero
fue Jordi Torres, como no. En cuanto le dije si le podía entrevistar, y a pesar
de que Carmelo Morales le metía prisa para irse a comer, me atendió durante
unos minutos, unos minutos que no se me olvidaran. Le di la enhorabuena por su
título del CEV y por su plaza en Moto2 para este año, y como costumbre, el me contesto
con un gracias.
Después de
hablar durante un rato, empecé a hacerle la entrevista (que podéis leer en el
apartado ENTREVISTAS) y fue divertido charlar con él, una persona que te hace
las cosas mucho más amenas y que te saca una sonrisa con cada comentario que te
dice.
En el
momento en que le tienes delante te pones nerviosa, llevas días pensando en cómo
le vas a decir que le quieres entrevistar, en si te temblará el pulso o
simplemente en si aceptará charlar unos minutos contigo. Pero si tenemos en
cuenta que la persona a la que entrevistas es Jordi Torres, es imposible que te
diga que no, y aún más poco probable que te pongas nerviosa, porque el empieza a
hablar, lo hace como si fueras una amiga de siempre, y las preguntas y las
respuestas empiezan a surgir. El trabajo está hecho, un sueño cumplido, unas
sonrisas compartidas que sólo él sabe sacar cuando estás ‘trabajando’. Un grande dentro de la pista, pero aún más
fuera de ella.
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